Te preguntaras que hacen Miren, Mikel y una moto de monte el día de su boda.
Si les conoces un poquito, veras que tampoco era una idea descabellada. Para llegar hasta el momento en que hice esta foto pasaron muchas cosas. Si tienes cinco minutos te hago un pequeño resumen.
A Miren y Mikel los conocí en otra boda. Ellos eran los invitados y les gusto como cuento las historias. Al final es cierto esa leyenda urbana que dice que de una boda sale otra.
Miren Mikel y una moto de monte y de una boda sale otra
Un par de wachapp y una llamada de teléfono. Con eso ya cerramos la boda. Pusimos fecha y quedara como anécdota que cambie mi vuelta de vacaciones para estar allí ese día tan importante. Verdad verdadera. Hicimos un reportaje preboda con las crías. Mereció mucho la pena a pesar de terminar llenos de barro. Creo que las sandalias de Izaro Joane y Uxue lo confirmaron.
Sabéis que me gusta contar historias.
Os cuento la historia de la moto. Esa moto que quería comprarse Mikel a pesar de tener ya la BMW. Total que Miren le decía que no. Y ya quedando poco para la boda le preguntó a ver que modelo le gustaba. Mikel le enseño justo la moto que ella había comprado. Cosas del destino quien sabe. Lo mejor fue que al salir de la ceremonia le escondieron la moto detrás de los invitados. Y ese momento fue uno de esos que uno recuerda durante mucho tiempo.
Después fue todo sobre raíles. Una montaña rusa de emociones. Abrazos, besos , risas y lagrimas. Un día estupendo. Sois un ejemplo a seguir.
Documentamos emociones. Contamos historias. Hacemos felices a las personas.
Si os apetece ver un resumen de esta bonita historia os dejo una pequeña galería de fotografías. Miren Mikel y una moto de monte.
Muchas gracias por haberme dejado contar vuestra historia. Mila esker zuen maitasun istorian parte hartzen uzteagatik.